Un posible origen de este postre y de su nombre es, según la cultura popular, que eso es lo que se solía ofrecer a músicos callejeros que animaban los pueblos. Otro diferente pero no excluyente es que esto es lo que comían los músicos y en general la gente del mundo del espectáculo (cantantes, actores, etc.) en el teatro mismo, justo antes de salir o quizás los entreactos o entre dos apariciones en el escenario, ya que no tenían tiempo de comer toda la cena en casa y debía ser algo frugal, que se pudiera comer de pie o en el calentamiento o en los últimos ensayos y sin mancharse la ropa ni el maquillaje.

En A Provenza (Occitania) el día de Navidad es típico comer lo que llaman "13 postres", que consiste en poner sobre la mesa trece cosas diferentes, la mayoría de frutos secos, aunque hay también fruta fresca y otras cosas.

En la cocina del Magreb es muy habitual contar con platos de frutos secos, a veces compuestos con sólo fruta desecada.

Además, por razones de unificación de gustos a nivel mundial y de mayores márgenes de beneficios, cada vez es más habitual que contengan otros productos como cacahuetes, coco secado, fruta confitada y troceada, etc.

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